Es posible que esos pensamientos constituyan ideas recurrentes u obsesiones que estén interfiriendo significativamente en la relación con la comida y a su vez con el cuerpo.
Lo que ha hecho que los hábitos se inclinen hacia una vida tal vez regida por reglas y temores. Además de tener una afectación física, los TCA son enfermedades mentales en las cuales son recurrentes las distorsiones cognitivas, la parte conductual si bien nos da detalles de cómo está comiendo esa persona afectada, su peso y la forma de su cuerpo; el trabajo central para estos pacientes está en generar un cambio o reestructuración de los pensamientos alterados alrededor de los alimentos. Entonces la respuesta sería un SI.
En la mayoría de los casos, los Trastornos de alimentación inician con una dieta, o el deseo de poder llevar una vida “saludable”. Hablar de dietas para bajar de peso en nuestro país y en muchos países de Latinoamérica es normal, casi que es un tema que hace parte de la cotidianidad, en las reuniones sociales los temas podrían llegar a ser: la última dieta, el seguimiento de planes Detox, las últimas pastillas adelgazantes… últimos ejercicios y rutinas de activación física que llevan a la pérdida de peso. De esta forma, es normal que el acto de comer esté relacionado a un miedo.