El uso de las plataformas digitales ha aumentado significativamente durante los últimos años, ahora se pueden considerar una herramienta fundamental en la vida cotidiana.
En las redes sociales ahora se pueden encontrar respuestas a muchas preguntas y un sin número de información que relaciona diferentes temas, incluidos los trastornos de alimentación; por lo cual es importante contemplar los efectos que el uso de las mismas puede tener sobre el bienestar emocional. En algunos casos, se ha descrito acerca de los factores positivos que trae consigo el uso de estas plataformas; sin embargo, también cabe resaltar como el uso no adecuado podría llevar a que las personas desarrollen problemas de índole mental, específicamente temas relacionados con la imagen corporal y el autoestima.
Uno de los temas que más impacto ha tenido en las redes sociales en la última era es la tendencia a la alimentación saludable, un movimiento que ha buscado que las personas puedan generar cambios en sus hábitos de vida, especialmente en la relación que tienen con la comida; llevando a que la persona pueda aumentar e integrar el consumo de frutas, vegetales y carbohidratos “considerados de buena calidad” en sus momentos de alimentación, en contraste se busca disminuir el consumo de alimentos procesados. El llevar este tipo de alimentación no sería el problema; lo que sería una condición preocupante es cuando estos hábitos que inicialmente son considerados positivos se convierten en comportamientos obsesivos y restrictivos alrededor de la conducta alimentaria, desdibujando las verdaderas necesidades y requerimientos alimenticios.
Dentro de las redes sociales que se conocen en la actualidad, Instagram ha sido la plataforma que más se asociado con este fenómeno; el hashtag #food es uno de los 25 hashtags más populares en esta red social, y es una de las ocho categorías más populares junto con los autorretratos o llamados “selfies”; también se ha encontrado que las publicaciones sobre los alimentos saludables tienden a ser más atractivas que las imágenes de comida que no representan el concepto saludable. Además los adolescentes y los jóvenes tienden a seguir cuentas en donde perciben similitudes en relación a sus ideales y valores, posiblemente haciendo de sus seguidores modelos de vida. Elemento que podría interferir en la formación de la identidad de un adolescente, también interfiere la presión que se generaría para poder seguir ese modelo.
Tomando en cuenta los elementos que se han identificado, las investigaciones han correlacionado el uso de Instagram y otras redes sociales con la aparición de problemas de salud mental; en adultos jóvenes el uso de Instagram se ha asociado con cuadros depresivos, así como con el desarrollo de trastornos de alimentación y comportamientos relacionados.
En adolescentes, cuyas búsquedas más frecuentes son conceptos alrededor de estado físico, salud y deporte, se ha encontrado mayor probabilidad de desarrollar un trastorno de alimentación, esta correlación estaría asociada a su vez con el aumento en los niveles de comparación social negativa, un análisis de la etiqueta #fitispiration en Instagram corresponde a imágenes destinadas a inspirar a las personas a estar en forma y saludables, la mayoría de las imágenes mostraban mujeres con un tipo de cuerpo delgado y tonificado, atractivos y con vidas aparentemente perfectas, al establecer un juicio de valor y de comparación podría asociar efectos negativos sobre la imagen corporal y la autoestima.
En pacientes diagnosticadas con Anorexia Nerviosa, el uso frecuente de Facebook, se asoció a mayor activación de síntomas, así como visitar sitios de Proanorexia