Como se ha mencionado anteriormente, las personas que tienen un trastorno de conducta alimentaria TCA no muestran conciencia de que están en un problema, no buscan ayuda, muchas veces porque la enfermedad por su misma evolución les hace sentir culpables, por vergüenza, por no alterar la convivencia familiar… Sin embargo, de los trastornos mentales hasta el día de hoy los TCA causan más muertes que cualquier otro.
Este riesgo se puede evitar cuando la persona logra buscar ayuda a tiempo, las consecuencias físicas de la anorexia en algunas ocasiones pueden ser graves, dejan complicaciones irreversibles. Por lo tanto, lo más importante es reconocer que hay un problema, salir de la oscura negación y tomar voz para que aquellos que se preocupan, que en la mayoría de los casos son la red de apoyo más cercana (familia) ayuden al primer paso para la recuperación exitosa.
Es importante reconocer que la persona afectada no es el trastorno alimentario, es el primer paso para poder trabajar y separarse de la identidad que se ha construido alrededor de la enfermedad.